SENTIMIENTOS CASTUOS

SUSPIROS DE ESPAÑA

domingo, 27 de enero de 2013

EL VIOLINISTA

 



En verano solía pasar un músico ambulante, un hombre viejo, pequeño y plácido, con un bigote largo y caído, los ojos tristes y una piel tan blanca que daba la impresión que se fuera ha desmayar de un momento a otro. Andaba por todo el mundo llevando como equipaje un violín enfundado en una larga bolsa de tela gruesa. A pesar de ser un vagabundo y un vagabundo de la escuela más antigua, andaba relativamente bien vestido, eso parece que le era, en cierta manera, impuesto por el oficio que tenía; andaba por lo cortijos, aldeas y otros lugares que le pagaban por tocar su instrumento en  las fiestas señaladas, o, para amenizar: bodas, bautizos, que celebraban en las casas. El pobre viejo cabizbajo, hacia sus recorridos para poder subsistir con el dinero que le pagaban por su penoso trabajo. Hubo un tiempo que era una figura importante, tocaba en los mejores teatros, rodeado de admiradoras y sobre todo, aquellos aplausos que le llenaban la vida. Lujosos atuendos,decoraban su joven y apuesto cuerpo, era la gloria, su gloria. Pero lo que realmente llenó su vida fue su familia, aquella bella mujer que le había dado tanta felicidad, y lo mejor de todo; sus hijos que eran toda su vida. Pero aquella felicidad duró poco, un accidente de trafico segó la vida de su querida familia. Desde aquel fatídico día murieron todas sus ilusiones, ya no leinteresaban los aplausos, ni lujosos teatros, se hundió en aquel dolor y sólo tocaba lo imprescindible para poder subsistir. Un verano bastante caluroso, el músico no pasó.
La gente lo sigue recordando como un ser muy especial.

Manuela

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